SARS-CoV-2 y alimentación

Los virus no se multiplican en el interior de los alimentos, necesitan de células vivas para poder hacerlo. Son organismos simples que precisan del metabolismo celular de sus huéspedes para replicarse. Por eso los alimentos son transmisores (vectores de infección) pero no actúan como replicantes de virus, a no ser que sean productos (animales) vivos.

Un alimento tan familiar y deseado por algunos como es un bombón de chocolate, es muy útil pare explicar la estructura de un virus, en este caso el VIH. Si queréis profundizar en el conocimiento vírico o microbiano, seguid a @microbioblog

La cantidad de virus y la capacidad de infección que puede tener un alimento contaminado por una persona con SARS-CoV-2 no está establecida. La infección del alimento se debe a la proyección de gotitas de saliva de un estornudo, golpe de tos o por la manipulación directa sobre éste de una persona infectada.  En el hipotético caso de que accedamos a algún alimento infectado por el SARS-CoV-2, unas prácticas higiénicas adecuadas son más que suficientes para que se inactiven o eliminen los virus presentes.

La higiene forma parte de las medidas preventivas en la propagación de cualquier infección, sean virus, bacterias, hongos, protozoos u otros organismos los que la produzcan. La correcta manipulación de los alimentos es fundamental para evitarla. Limpiar, separar, cocer y enfriar son las 4 normas básicas a seguir.

ACSA, Generalitat de Catalunyahttp://acsa.gencat.cat/web/.content/_Publicacions/Consells-recomanacions/Consells_generals/4_normes/4normes_castella.pdf

¿Qué dice la OMS?

En nuestras latitudes es muy poco probable en los mataderos se sacrifiquen animales enfermos o que consumamos directamente animales que hayan muerto por alguna enfermedad. Incluso la caza debería pasar por control veterinario antes de su consumo. La legislación lo prohibe y los controles sanitarios que se realizan en los diferentes puntos de la cadena alimentaria están para impedirlo.

Las tablas de corte mejor que no sean de madera y los cuchillos u otros utensilios que se usen en las preparaciones deben cambiarse o limpiarse a conciencia entre un uso y otro, aunque sea para elaborar un mismo plato. Lavar bien las manos entre la fase de manipular los ingredientes en crudo y cocinarlos.

En áreas donde existan brotes de SARS-CoV-2, los productos cárnicos pueden ser consumidos con plena seguridad si son bien cocinados, alcanzando más de 65-70 ºC  en el centro del alimento, y son manipulados de forma adecuada.

En caso de infección por SARS-CoV-2

Seguir una dieta saludable y mantener un buen estado de hidratación ayudará a que la recuperación sea más rápida. En personas con la salud más frágil o en situaciones especiales (niños pequeños, ancianos, enfermos crónicos, mujeres embarazadas, etc…) hay que esmerar más la alimentación para favorecer su recuperación.

Prevención alimentaria del SARS-CoV-2

No hay alimentos por si solos que prevengan la infección. El conjunto de la alimentación debe ser saludable para que tanto el sistema inmunitario como la capacidad de recuperación del organismo sean los adecuados. La higiene alimentaria es fundamental para prevenir el contagio de SARS-CoV-2.

Consejos generales de prevención sobre el SARS-CoV-2 de la OMS 

• Limpia las manos regularmente y a fondo con un desinfectante para manos a base de alcohol o lávelas con agua y jabón.
  ¿Por qué? Lavarse las manos con agua y jabón o usar un desinfectante para manos a base de alcohol mata los virus que pueden estar en sus manos.
• Mantén al menos 1 metro de distancia con cualquier persona que esté tosiendo o estornudando. Es la misma precaución que deberías tener con cualquier persona que esté infectada con un virus de transmisión aérea-respiratoria. Como a priori no lo sabemos, prevalece el principio de cautela.
  ¿Por qué? Cuando alguien tose o estornuda, se expulsan pequeñas gotas de líquido por la nariz o la boca que pueden contener virus. Si estás demasiado cerca, puedes respirar las gotas, incluido el virus SARS-CoV-2, si la persona que tose tiene la enfermedad.
• Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca.
  ¿Por qué? Las manos tocan muchas superficies y pueden retener virus. Una vez contaminadas, las manos pueden transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca. A partir de ahí, el virus puede introducirse en tu cuerpo y enfermarlo.
• Asegúrate de que tú y las personas que te rodean siguen una buena higiene respiratoria. Esto significa cubrirse la boca y la nariz con el codo doblado o pañuelo (de un solo uso) cuando tosas o estornudes. Luego desecha el pañuelo usado inmediatamente y, cuando llegues a casa, lava bien la ropa.
  ¿Por qué? Las gotas propagan el virus. Al seguir una buena higiene respiratoria, proteges a las personas que te rodean de virus tales como el del resfriado común, la gripe y el SARS-CoV-2.
• Quédate en casa si no se siente bien. Si tienes fiebre, tos y dificultad para respirar, busca atención médica, llama al 061 o al teléfono preceptivo que proporcione asistencia telefónica en tu comunidad autónoma o país antes que acudir directamente a algún centro de salud. Sigue las instrucciones de la autoridad de salud local.
  ¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales tendrán la información más actualizada sobre la situación en tu área. Llamar con anticipación permitirá que la atención médica te dirija rápidamente al centro de salud adecuado. Esto también te protegerá y ayudará a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.
• Mantente informado sobre la evolución de la epidemia de SARS-CoV-2. Sigue los consejos dados por tu equipo de salud, la autoridad de salud pública local y nacional sobre cómo protegerte y proteger a otros del SARS-CoV-2.
  ¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales tendrán la información más actualizada sobre si el SARS-CoV-2 se está extendiendo en tu área, para asesorarte sobre lo que deberían hacer las personas en tu área para protegerte.

Para una información más completa, la OMS (Organización Mundial de la Salud – WHO) ha elaborado este video sobre el SARS-CoV-2.

Ante el SARS-CoV-2, sobre todo hay que tener sensatez, que no cunda en pánico (no hay razón para ello) y hay que seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias competentes.

Para saber más, os recomiendo visitar las webs de la Agència Catalana de Salut Pública o del Ministerio de Sanidad.