En Europa corren tiempos de crisis económica. Se hace imprescindible establecer medidas especiales para que las personas que sufren riesgo para su salud por no cubrir sus necesidades nutricionales de forma adecuada, puedan hacerlo.
Las instituciones públicas, entre otros cometidos, tienen la misión de velar por la salud de la población.
La industria alimentaria tiene la responsabilidad de ayudar a que el estado nutricional de la población mejore o, en todo caso, no empeore. Incluso en el caso de las personas socio-económicamente más desfavorecidas.
El proyecto CHANCE, financiado por la Comisión Europea, tiene el objetivo de crear alimentos atrayentes, económicamente asequibles y con ingredientes tradicionales, pero con propiedades nutritivas mejoradas. Incluso con un proceso de producción y envasado más barato, para abaratar costes.
La pizza CHANCE es un ejemplo de como un alimento tradicional y elaborado por la industria, puede ser un gran recurso nutritivo y a la vez económico. Este alimento se elabora a partir de los siguientes ingredientes:
- Jamón con menos sal y mayor contenido en hierro y en vitaminas A, D y E.
- Queso tipo mozzarela con un contenido proteinico superior al normal, enriquecido con proteína obtenida a partir de la caseína (proteína) de la leche desnatada, con el doble de vitamina B12, menos grasa y menos carbohidratos.
- Pan con más contenido proteico, vitaminas y fibra dietética, y menos contenido energético proveniente del almidón.
- Ketchup con 10 veces más fibra que el ketchup normal.
En España la situación socioeconómica de crisis no es diferente a la de los países que participan en el proyecto CHANCE (Italia, Finlandia, Hungría, Serbia, Lituania, etc..) Las instituciones públicas y la industria seguro que está actuando para minimizar, en cuestión de salud, los efectos de la crisis. Estaría encantado de ver a la industria agroalimentaria (muy potente en nuestro país) y a las instituciones públicas que se involucren en este proyecto.
Tendemos a demonizar a los alimentos elaborados o transformados por la industria y a ensalzar a los alimentos sin elaborar. No debemos excluir a unos por usar los otros. La dieta saludable perfectamente puede incluir alimentos de ambos tipos.
Otro de los objetivos del programa CHANCE es que la industria alimentaria se fije también en los sectores de población más desfavorecidos, y desarrolle su tecnología en aras de mejorar nutricionalmente los productos que elabora en este segmento de mercado. La competitividad industrial entre las diferentes empresas favorecería el desarrollo de esta nueva tecnología.
El programa CHANCE incide en la mejora de la salud pública en diferentes ámbitos:
- Escolar: programas de educación en las escuelas, apoyados por campañas de salud pública y publicidad.
- Industria alimentaria: programas de formación para la elaboración de alimentos saludables.
- Social: cursos de formación de cocina o dietética en centros de distribución de comida o comedores sociales para grupos de población con bajos ingresos.
- Consumo: consejos para consumidores sobre información nutricional y hábitos saludables.
Fuente: EUFIC
En tiempos de crisis la educación alimentaria es fundamental, para que la población con bajos recursos pueda optimizar los mismos para realizar una alimentación equilibrada al mínimo coste.
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Cierto, Marta. La educación alimentaria es una de las claves que asegura la salud de la población. Paradójicamente, a veces es más barato comer alimentos con exceso de grasa y azúcares que comer alimentos nutritivamente más adecuados.
Gracias por tu comentario.
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COmo en casi, todo, haría falta mayor compromiso de los gobiernos. Sobre todo, en tiempos de precariedad.
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Cierto, de los gobiernos y de la propia sociedad. Gracias, Marta.
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