Definitivamente, sí.
El metabolismo es el conjunto de reacciones bioquímicas que se producen en nuestro organismo para mantenerlo vivo, donde la materia y la energía se relacionan e interactúan de forma continua y controlada. El peso corporal depende en gran medida de cómo funcione nuestro metabolismo.
Pues resulta que el sueño influye, sin duda alguna, en multitud de reacciones metabólicas.
Si controlamos la dieta y la actividad física como moduladores de nuestro peso corporal, habría que hacer lo mismo con el sueño, dándole la importancia que se merece en este juego de equilibrios. Si, en ocasiones, una pareja ya cuesta que se entienda, hay que imaginar lo que cuesta cuando se trata de un trío….
En un estudio publicado recientemente, donde se intentaba cuantificar en un grupo de voluntarios en cuanto se reducía la capacidad de quemar calorías, se determinó que, en condiciones de privación de sueño (en cantidad y calidad)se redujo en un 8% esta capacidad. Eso podría traducirse diciendo que, comiendo lo mismo, habría que hacer un gasto calórico un 8% superior que en condiciones normales para mantener el mismo peso corporal. El estudio en cuestión:
http://stm.sciencemag.org/content/4/129/129ra43.abstract
Este desajuste metabólico afecta a la segregación de insulina, al disminuir la capacidad del páncreas de sintetizarla, reduciendose la capacidad del organismo de regular los niveles sanguíneos de glucosa, con el consiguiente riesgo de diabetes. Y de hormonas tales como la leptina y la grelina, responsables de la “transmitir” la sensación de saciedad al cerebro.
Los trabajadores que cambian de turno laboral con frecuencia deben cuidar mucho su alimentación y su actividad física, para poder contrarrestar los efectos sobre el metabolismo que tiene la rotación de sus horarios laborales. Y las personas que siempre trabajan de noche, deberían hacer lo mismo.
Las personas que habitualmente realizan vuelos transoceanicos, y que ven alterado su ritmo sueño-vigilia, o lo que es lo mismo, su ritmo circadiano, deben tener en cuenta estos procesos por los efectos del jet lag sobre sus organismos.
Y la obesidad infantil también puede estar relacionada con estos desacoplos metabolicos. El sueño no deja de ser un hábito que debemos establecer de forma correcta en el proceso de crianza de nuestros hijos.
Fuente: Josep Corbella. La Vanguardia. http://www.lavanguardia.com/salud/20120507/54290105012/dormir-poco-hace-engordar.html