El sábado 15 de junio del 2013 se dará la salida a la UTEmona, dónde más de 200 personas se esforzaran por completar un durísimo recorrido que transcurre por la montaña del Ripollès (Girona). 106 km y 8000 m de desnivel positivo a realizar en menos de 36 horas. Unos corriendo y andando, otros andando y corriendo, pero todos felices e ilusionados.
Por qué una marcha a pie de 106 km y 8000 metros de desnivel? Tiene su razón de ser. Los que hacemos estas cosas no estamos locos. Participar en una prueba deportiva como esta responde a cumplir con un deseo de superación.
ANTECEDENTES
El ser humano camina y corre desde hace miles de años. Su supervivencia dependía de ello. Ahora tenemos que buscar un significado especial a caminar y correr, que ya no nos es útil para sobrevivir, en un mudo automatizado en extremo. Nuestra genética nos ha hecho caminantes y corredores. si vamos en su contra y nos volvemos sedentarios, no conseguiremos más que tener problemas de salud.
Participar en una ultra trail, en la UTEmmona me sugiere:
Senzillez: unas zapatillas adecuadas para correr y caminar por la montaña, ropa deportiva, una chaqueta paraviento, una mochila con camel bag, frontal para la noche, y alguna cosilla más.
Compromiso: conmigo mismo, con mi entorno natural, con los demás corredores, con mi familia, con mis amigos, con las personas que me quieren y a las que quiero…
Dureza: 106 km te extenúan y te duelen. Subir 8000 metros de desnivel y bajarlos, te extenúan y te duelen.
Belleza: parajes impresionantes a vista de pájaro, nubes, niebla, montañas, valles, bonitas poblaciones
Aliento: de las personas que con sus gritos de apoyo te animan a continuar
Oscuridad: caminar y correr de noche, en la boca del lobo, introspección.
La luz: ver amanecer después de la noche, en el trascurso de una carrera, es como renacer, como que te vuelvan a parir. Una emoción indescriptible y renovadora.
Pasos: continuos, sin tregua, siempre hacia delate. Pequeños objetivos que van sumando hacia la consecución de un objetivo final.
Subir y bajar: duras son las subidas y castigadoras las bajadas. Y todo por llegar al mismo punto de partida….
La Emmona es un UT muy significativa para mi. Cierro un ciclo y abro otro. Un año de transición entre la anterior edición 2012 y la de este año 2013. En una año pueden pasar muchos acontecimientos: buenos y malos. Pero para la montaña, nuestro tiempo y nuestras vidas significan más bien poca cosa. Esa es la grandeza que tiene practicar en su seno un deporte o cualquier otra actividad.
Si queréis echar un vistazo a la anterior edición, Emmona 2012.
Y para ver las motivaciones que puede conducir a una persona, Al límite de lo físico y lo mental.
Salut i cames! (Salud y piernas)
Lo entiendo perfectamente. Sin embargo, tal vez podría buscarse al evento, a más de procurar la gratificación individual, una utilidad colectiva: llegar todos y, después, alzar la voz para reivindicar algo más que la salud o el objetivo conseguido; tal vez mayor justicia social, sanidasd gratuita para todos los que, enfermos, no podrán plantearse semejantes metas…
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Me parece formidable lo que comentas, Gustavo. Aprovechar la fuerza que se genera en un acontecimiento con un objetivo común, sea deportivo o de otra índole, es una gran cosa. El ser humano, social por definición, funciona así.
En ese sentido, hay acontecimientos solidario-deportivos que funcionan muy bien. Por ejemplo, en esta linea estaria la TRAILWALKER que organiza Intermon Oxfam cada año: http://trailwalker.intermonoxfam.org/es/trailwalker-2013
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Bona crònica Àlex i Felicitats.
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